Corrupción en la sanidad pública Latinoamericana
Indígenas mueren por falta de asistencia médica (Amazonas. Brasil)
Después de una visión un tanto opaca acerca de la corrupción en el mundo, es interesante recordar un estudio escalofriante y objetivo como El cáncer de la corrupción en los hospitales públicos de América Latina, publicado hace unos años por la Red de Investigación Latinoamericana del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En él se brinda evidencia detallada de los efectos de la corrupción en la sanidad pública.
William Savedoff, economista principal en el Departamento de Desarrollo Sostenible y Programas Sociales del BID, ha dedicado gran parte de su carrera a tratar de entender porqué tantos servicios públicos en América Latina no cumplen la misión que se les encomienda. Cuando se le encomendó coordinar un grupo de estudios sobre el fraude en hospitales públicos en la región, Savedoff descubrió “una ineficiencia previamente no considerada en los sectores sociales: la corrupción”, un trabajo que Savedoff editó con Rafael Di Tella, profesor asistente de economía en la facultad de negocios de la Universidad de Harvard.
Médicos ausentes, hurto de medicamentos por los mismos responsables profesionales y ayudantes, pagos indebidos, derivaciones cuestionables de pacientes, ausentismo de médicos y enfermeras de sus obligaciones horarias, uso clandestino de instalaciones públicas para prestar atención médica privada.. Crean situaciones médicamente peligrosas y trágicas debidas a la falta de control, fraudes y malversación de recursos públicos. Abusos que usurpan recursos institucionales.
Un triste ejemplo entre cientos
Indígena Sanapaná de Karanda´y Pukú murió por falta de asistencia médica. Falleció de diarreas, vómitos y calambres causados, supuestamente, por el consumo de agua contaminada. Como él hay cuatro personas más esperando. ¿Cuatro?.
Los indígenas dijeron que la desidia de las autoridades sanitarias de la Decimoquinta Región Sanitaria, del departamento de Presidente Hayes, Chaco, provocó la muerte de Felipe Franco, de 44 años. Según explicaron, unos días antes del fallecimiento de citado nativo solicitaron una asistencia médica al Dr. Ovidio Rolón, director del centro de salud de la localidad de Teniente Irala Fernández, pero el profesional nunca envió la ayuda solicitada.