La comunidad internacional ha traicionado a la población de Gaza al no respaldar sus palabras con una acción eficaz para garantizar el fin del bloqueo israelí, que impide las tareas de reconstrucción y recuperación.
Esto afirmaban 16 destacados grupos humanitarios y de derechos humanos en el informe publicado el pasado 22 de diciembre de 2009, al cumplirse el primer año de la ofensiva militar israelí contra la población desarmada palestina de Gaza, que causó alrededor de 1400 muertos, en su gran mayoría civiles, entre ellos cerca de 500 niños y más de 5300 heridos; y 13 muertos israelís por parte de Hamás, la mayoría militares.
Hamás (Movimiento de Resistencia Islámica) controla Gaza desde junio de 2007. Un año antes había obtenido la mayoría en las elecciones legislativas palestinas. A partir de esta fecha comenzó el penúltimo bloqueo judío.
Un mal chiste
25 de enero, 2010. El Director de Operaciones de la Agencia de la ONU que socorre a los refugiados palestinos, declaró que Israel sigue impidiendo la importación de materiales básicos para reconstruir escuelas, hospitales y viviendas por ellos destruidos en la Franja de Gaza.
De acuerdo con el derecho internacional (que Israel incumple sistemáticamente), y no solo en él, como potencia ocupante y con control efectivo sobre Gaza, es responsable del bienestar de la población palestina del territorio. Parece un mal chiste.
Las autoridades israelíes alegan problemas de seguridad, en especial la amenaza de ataques de grupos armados palestinos para justificar los cierres del paso. ¿Y qué podrían alegar entonces los palestinos y palestinas respecto del estado judío que se lo ha quitado todo?.
La piedra en la bota
El llamado informe Goldstone, ahora mas o menos congelado ante la tibieza democrática de Europa “que donde dije digo digo diego”y los intereses creados, junto al veto de sus aliados y amigos norteamericanos, fue dirigido por Richard Goldstone, ex miembro de la Corte Constitucional de Sudáfrica y ex jefe de fiscales de los tribunales internacionales para juzgar crímenes de guerra y actos de genocidio en Ruanda y en la antigua Yugoslavia. Goldstone además es judío y se define como sionista, simplemente hacía su trabajo, más o menos.
El informe fue encomendado por Naciones Unidas, y detalla crímenes de guerra perpetrados por Israel y Hamás, ello le valió a Goldstone muchas críticas de los elementos/as que desde siempre han ignorado que los demás también existen, y existen porque nacen, aquí o allí, como ellos.
El documento afirma que tanto Israel como Hamás cometieron crímenes de guerra durante la operación militar judía, visión que pone en igual condición a agresores (judíos) y agredidos (palestinos), sin intentar ignorar, por otro lado, que algunos misiles de grupos radicales palestinos han impactado y causado también muertes israelies. No obstante, un muerto israelí parece que equivale a 1000 muertos palestinos. Pero ¿Quién empezó primero?. ¿Cuántas décadas de dolor? ¿Quién propicia el terrorismo?.
La otra piedra las ONG
El gobierno derechista del Estado judío, con su mano dura y falta de respeto habitual hacia “los otros” trata de defenderse, arremetiendo también contra ONG como Amnistía Internacional, Christina Aid, Oxfam, Trocaire, Finn Church Aid, Diakonia y Cordaid, mediante una falsa investigación que contradice las de ellos, que sólo abogan por la paz y el fin del bloqueo.
Los intentos de desacreditar a estas organizaciones pacifistas se intensifica, mientras aumentan las denuncias por las violaciones de derechos humanos básicos de palestinos, que continúan a día de hoy, al igual que la usurpación por la fuerza de sus tierras y viviendas.
Triste contrainforme
Gerlad Steinberg, politólogo fundador y presidente de la organización derechista NGO Monitor, analista de asuntos de seguridad, junto con el columnista y líder de la expansión de los asentamientos israelíes, Yisrael Harel, comenzó a encabezar la contraofensiva israelí con su informe "Trojan Horse: The Impact of European Government Funding for Israeli NGOs" ("Caballo de Troya: impacto de la financiación de los gobiernos europeos a las ONG israelíes").
Y alguien les contestó, el presidente del independiente Centro para los Derechos Constitucionales, Michael Ratner: "Si los neoconservadores israelíes realmente quieren 'transparencia', ¿por qué no tomarles la palabra?", preguntó Remez, quien propuso estudiar la financiación de las organizaciones que promueven la expansión de los asentamientos en los territorios palestinos ocupados.
Cientos de millones de dólares de contribuyentes israelíes y de exoneraciones impositivas en Estados Unidos, la mayoría desconocidos por la ciudadanía, son una fuerza que impulsa la expansión de asentamientos. Auditar sus fondos socavaría a las organizaciones que dependen de la poca claridad de sus finanzas para realizar operaciones encubiertas en las colonias judías.
Racionamiento de pan y agua
En Gaza, mas del 90 por ciento del suministro de agua está ya contaminada y no es apta para consumo humano. Israel no permite llevar agua desde Cisjordania, y el acuífero costero se va agotando por la sobreexplotación de que es objeto y la contaminación de las aguas residuales. Y llega el racionamiento.
El Comité Internacional de la Cruz Roja hizo público hace meses un informe que describe la dramática situación de cerca del millón y medio de personas atrapadas en la franja. Esta institución consiguió reparar algunas infraestructuras con materiales reciclados y mejorar una planta de tratamiento de aguas residuales que da servicio a 175.000 personas en Rafah. Ya entonces se advertía que otras reparaciones “son urgentemente necesarias” y que los servicios de saneamiento y provisión de aguas pueden colapsarse en cualquier momento, lo que podría provocar una crisis de salud pública. Y algo parecido podría estar sucediendo.
El bloqueo impide las reparaciones de las instalaciones en Gaza. Los cortes constantes de energía eléctrica, gas y agua agravan aún más si cabe la vida cotidiana de la población. Partes de la red eléctrica de Gaza fueron bombardeadas durante el conflicto y necesitan reparaciones urgentes, que mas de un año después no han sido autorizadas por el estado judío.
Amnistía Internacional denuncia que desde el año 2000 la destrucción que el ejército israelí ha llevado a cabo en los territorios ocupados es de un grado sin precedentes. Grandes extensiones de tierras de cultivo, infraestructuras y bienes públicos palestinos han sido destruidos. A lo que se suma la destrucción de millares de viviendas, por lo que decenas de miles de palestinos han quedado sin techo y en la indigencia.
Los contínuos cierres del paso fronterizo de Karni/Muntar agravan la crisis humanitaria en Gaza, al ser el único paso fronterizo para mercancías del territorio, provocando problemas de escasez de alimentos y productos básicos, incluido el racionamiento del pan.
Israel no tiene crédito, las instituciones internacionales tampoco
El gobierno israelí continúa apropiándose de tierras palestinas, echando de sus casas de siempre a tantas familias y dejándolas sin nada en la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Oriental, construyendo y ampliando asentamientos y contraviniendo el derecho internacional, como llevan haciendo desde hace décadas. Son los reyes del mambo, nadie les tose, o casi nadie.
Gaza: Sospecha de campo de pruebas para armas experimentales
Ya no se trata solo del famoso fósforo blanco utilizado sobre la población civil o los bombardeos contra diversas instalaciones de la ONU, donde habían cientos de refugiados, lo cual conocía perfectamente el ejército judío y está verificado en posteriores investigaciones, aún hechas a medias.
Los médicos noruegos Erik Fosse y Mads Gilbert, que pasaron once días trabajando en un hospital de la franja de Gaza, acusaron al Ejército de Israel de usar en sus ataques explosivos de tipo experimental, según el diario "Aftenposten". El DIME (Explosivos de Metal Inerte Denso) es una mezcla de un material explosivo y otro químico, como el tungsteno, y cuyo radio de alcance es relativamente corto pero muy efectivo. Los dos médicos basan sus acusaciones en los cuerpos mutilados que examinaron durante su trabajo en el hospital de Al-Shifa. Fotos de cuerpos de palestinos con heridas, causadas supuestamente por DIME, fueron enviadas al Centro de daños por minas de Tromsø, al norte de Noruega, que en un primer análisis parece dar la razón a los médicos, aunque quizás a estas horas le hayan dado ya el carpetazo.
Así mismo, en la planificación, preparación y ejecución de la guerra de Gaza, EE.UU. posibilitó y reforzó la actuación de Israel para deleite de las fábricas de armamento y de tecnología de la información.
La complicidad estadounidense no acaba en el apoyo diplomático y la ayuda militar. Mientras el ejército israelí atacaba Gaza, muchos medios de comunicación norteamericanos manipulaban información y se unían a los bien organizados ultraderechistas lobbys israelíes -AIPAC, ADL- para transmitir su propaganda y ocultar la realidad de los hechos. Los gestos de enfado de Obama sobre sus amigos judíos o sus declaraciones a medias ya se las llevó el viento, sólo eran palabras.
El Tribunal Russell acusa a Israel y cuestiona a la Unión Europea y otros organismos
El Tribunal Russell -creado en 1967 por un grupo de intelectuales (Bertrand Russell, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir,…) para investigar los crímenes de guerra cometidos durante la guerra de Vietnam- se puso en marcha de nuevo, con el nombre de Tribunal Russell para Palestina. Su objetivo: juzgar de manera simbólica a Israel por violar con total impunidad durante décadas los derechos de los palestinos y practicar una política sistemática de discriminación contra Palestina que se puede calificar de apartheid, al cerrar las fronteras de Gaza y limitar el desplazamiento de la población por el territorio, entre otras cuestiones.
El tribunal, compuesto por magistrados, abogados, ex ministros y otros actores sociales de diferentes nacionalidades se reunió el pasado mes de marzo en sesión de 3 días en el Colegio de Abogados de Barcelona. Escucharon el testimonio de expertos, testigos presenciales, juristas, activistas y diplomáticos, llegando a la conclusión de que la Unión Europea "ha fallado en su obligación de velar por el cumplimiento de las normas fundamentales del derecho internacional", que exigen "utilizar todas las vías del Estado de derecho e ir más allá de las simples declaraciones de condena".
Constata, tras investigaciones y declaraciones de expertos y testigos, que varios Estados miembros de la UE vendieron armas a Israel que fueron usadas durante la invasión de Gaza de diciembre de 2008 y enero de 2009. La hipocresía generalizada es la mejor arma de Israel.
Aunque parezca vergonzoso, la UE nunca ha protestado por la destrucción de numerosas infraestructuras palestinas sufragadas por sus Estados miembros (España entre ellos). Tampoco exige a Israel el cumplimiento de acuerdos bilaterales sobre derechos humanos (ni a Marruecos, Colombia o Perú...), al contrario de lo que hace con Cuba (por poner algún ejemplo).
El tribunal Rusell pide a las autoridades europeas que "impongan" a Israel sanciones diplomáticas, comerciales y culturales, necesarias para poner fin a tanta injusticia.
¿Pero como podrían entonces europeos y norteamericanos hacer negocios?
Esta es solo una mirada en un punto del planeta. Hay cientos de puntos... casi todos podridos por la ambición. Y hoy como ayer, la historia (triste historia) se repite. No solo en Israel.
El mono asesino “homo sapiens” sigue adelante, aquí y allá. Sus dioses van detrás. Pobres y manipulados dioses, de unos/as y otros/as.
Y ¿Dios mientras tanto … ?