El monopolio global de la vida: Los dueños del hambre



 Existen alrededor de 1400 bancos de semillas en el mundo, cuyos propietarios por orden de importancia son EEUU, China, Rusia, Japón, India, Corea del Sur, Alemania o Canadá, entre otros muchos ubicados en los distintos continentes y países de nuestro planeta. La capacidad de almacenamiento de esos bancos es de alrededor de dos millones de variedades distintas de semillas.

Sin embargo, el gigante que los supera a todos es la Bóveda de semillas de Svalbard en Noruega, el mayor banco genético agrícola, creado teóricamente para salvar la biodiversidad de todas las especies posibles de cultivos que sirven como alimento humano. La bóveda acogió inicialmente muestras de 268.000 variedades cedidas por 20 instituciones científicas de todo el mundo, y actualmente almacena ya mas de cinco millones de variedades distintas de semillas de prácticamente todos los cultivos de cada país.


El director ejecutivo del Global Crop Diversity Trust (Fundación Global de Diversidad de Cultivos), Cary Fowler, describe la bóveda como un elemento clave y organizativo que preserva la diversidad agrícola global, un componente fundamental para luchar contra el hambre y lograr la seguridad alimentaria en el mundo, especie de Arca de Noé agrícola, en prevención de futuros y diversos desastres que pudieran acaecer en nuestro planeta.

Los todo poderosos socios del super banco de semillas de Svalbard

Bill & Melinda Gates Foundation, fundada por el creador de Microsoft, se presenta al mundo como “transparente” y humanitaria, con el solo objeto de ayudar a los países en vías de desarrollo con proyectos de educación, salud, tecnología, etc.
Gigantes del negocio transgénico de la agricultura, como Monsanto, que ha envenenado cientos de hectáreas cultivables en Colombia forzando a sus dueños legítimos (los indígenas), a dejar sus tierras y con fuerzas oficiales y militares a su servicio. Sus tentáculos se diversifican desde Latino América a Europa (España es un buen socio de Monsanto), y otros lugares del globo.



DuPont/Pioneer Hi-Bred, un consorcio de empresas poseedores de las patentes más importantes de semillas de plantas modificadas genéticamente y todo tipo de sustancias químicas para la agricultura como el glisofato (caso de Monsanto). ¿Pero desde cuándo? ¿y quien es quien?



La Fundación Syngenta, tercera empresa de semillas más grande del mundo (después de Monsanto y Dupont). Syngenta es una multinacional suiza dedicada a agroquímicos y semillas genéticamente modificadas y una de las promotoras que mas se benefició de ese modelo agroalimentario corporativo e industrial impuesto al resto del mundo por los lobbies de poder, hoy hegemónicos y principales responsables de la crisis alimentária, ecológica y climática mundial, de la que se derivan los terribles impactos sociales, culturales y ambientales asociados al agronegocio de las transnacionales. 

El objetivo de estos poderosos es el monopolio del mercado mundial de semillas, para que toda la producción agrícola del planeta dependa de sus ventas de semillas. Junto con el conjunto de empresas transnacionales (ETN) controlan los mercados mundiales de insumos agrarios (semillas, fertilizantes, agroquímicos…), controlan los circuitos de distribución y comercialización de alimentos y materias primas agroalimentarias y el mercado mundial de productos transformados.

La Fundación Rockefeller, el grupo privado que creó la Revolución Genética con una financiación cercana a los 100 millones de dólares en 1970.

La denominada “genética”, antes se llamaba ‘eugenética’ (la pureza de la raza), financiada por un “selecto” club que la promovía desde los años 20, y que financió a posteriori el proyecto de la definición de la secuencia genética humana o proyecto ‘Genoma Humano’, los mismos que ahora financian un proyecto para conservar en un lugar tranquilo las semillas de todas las especies agrícolas conocidas en la Tierra.


CGIAR, el grupo consultivo para la investigación agrícola internacional, también fundado por la Fundación Rockefeller (con historial pro-nazi), consiguió impulsar en la Organización de Agricultura y Alimentos de Naciones Unidas, su plan “Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas y el Banco Mundial”. La fundación Rockefeller comenzó así a dar forma a la política agrícola global con la creación de “generosas” fundaciones de (Rockefeller y Ford), que promocionan, en nombre de la ciencia y la eficiencia, la solución final del hambre en el mundo y la Revolución Genética en los países en vías de desarrollo... A huir tocan.


El proyecto de Svalbard fue así mismo dirigido por la organización Fundación para la Diversidad Global de las Cosechas, con sede en Roma. Su presidenta, Margaret Catley-Carlson, presidió también hasta 1998 la organización "Consejo de Población" (Population Council), con sede en NY, fundada en 1958 con objeto de promover “la planificación familiar”, dispositivos de control de natalidad, esterilización de mujeres y "control de natalidad" en países en vías de desarrollo. Actualmente uno de sus objetivos es promover la “investigación" oficial sobre el SIDA. Miedo me da, por mucho que digan que es feminista, al igual que humanitarios los millonarios del mundo. Y es que la manipulación de la pobreza no descansa. Tampoco la de la inteligencia o la ignorancia.

Y sin embargo... tanto deberían aprender los ambiciosos ególatras del "modo" occidental (y no solo occidental) globalizado y sus peones