Leía hace poco sobre la cooperación altruista en un libro de texto universitario, sobre cómo la fuerza generadora de la sociedad y la supervivencia humana fueron posibles por la cooperación altruista de las personas en interacción y la capacidad de aprendizaje en su adaptación al medio. Leía sobre el término ethos y sobre los actos buenos de cada persona que pregonaba Aristóteles.
Después, en las noticias de RNE, informaban sobre la represión contra su pueblo del innombrable Gaddafi y su familia, propietarios, parece ser en exclusiva, de su país desde hace mas de 40 años. El tal, que se llama así mismo revolucionario, manda a todo un ejército y sus comparsas al igual que en Egipto hizo Mubarak), a disparar a manifestantes desarmados en las calles.
La perspectiva específica de un ejército, tiroteando a todo bicho viviente que se moviera, me recordaba al ejército israelí haciendo otro tanto en Gaza contra los palestinos. Resulta que Gadafi apoya la causa palestina, pero hace lo mismo que los israelíes. Peor aún, porque los judíos disparan contra otro pueblo al que tienen sometido desde décadas ante la benevolencia europea y el apoyo yanqui. Gaddafi dispara contra su propio pueblo. ¿Quién es mas asesino?. ¿Quién empezó primero?.
Después leía el público digital, y entre los comentarios, alguno idiota, otros con intentos provocadores sin aportar argumentos, en general ponían a caldo al egofantoche sangriento, machista y amigo de Berlusconi, Gaddafi (otros dos elementos que interaccionan con supuesta distinta ideología, millonarios los dos). Y volvía a pensar en la cooperación altruista, que en momentos como el presente, de rebelión por puras necesidades básicas e intento de adaptación al medio por parte de muchos pueblos árabes, estaba provocando esa cooperación, pero solo entre esas gentes que se rebelaban.
Quise seguir informándome cuando me enteré que Gaddafi dijo, tras su 2ª intervención televisiva, que seguía en la tierra de sus abuelos y no se iba a Venezuela. Así que me fuí a Telesur haber qué tipo de información se cocinaba. Chávez (que me cayó bien en cuanto a su respuesta a los bombardeos israelíes y en el tema del golpe de estado de Honduras), o mejor, la información de los periodistas de Telesur, respecto de Libia, me dejaron fría. La autocensura se impone.
Por otra parte, la prensa generalista pro-occidental hace lo propio, solo hay un malo: Gadafi, los rebeldes locos, armados o no por la CIA, son los buenos.
Por otra parte, la prensa generalista pro-occidental hace lo propio, solo hay un malo: Gadafi, los rebeldes locos, armados o no por la CIA, son los buenos.
Las alabanzas al Gaddafi revolucionario, el reduccionismo neutral, informativo ante hechos concretos y constatados o el culpar únicamente a la CIA o a mercenarios (que según estas informaciones están tras estas protestas), aunque fuera cierto, que no lo es en sentido estricto, no justifica en ningún caso el disculpar o minimizar una represión tan feroz, aunque solo fuera una minoría quien se rebela.
En un apartado del mismo Telesur había una reflexión del, en otros tiempos admirado, incluso todavía hoy, Fidel Castro. En esta ocasión he de decir que sus argumentos, algunos ciertos, siguen sin justificar las matanzas de personas indefen, sas. Me decepcionó Fidel, y también la información sesgada de Prensa Latina, que en esta ocasión ni informaba ni denunciaba. La suya Chávez-Fidel es otra "cooperación altruista", solidaria y terminológica.
Algunas webs normalmente seguidistas o poco críticas con los anteriores como es Kaosenlared, me hicieron respirar un poco. al final han optado por informar mas objetivamente de los hechos.
Pero también ha habido, por distintos motivos, apoyos en un primer momento desde Italia a Gaddafi (intereses mediante, tanto empresariales como de solidaridad machista berlusconiana), y desde Nicaragua Daniel Ortega, otro autoritario machista, en tiempos revolucionario, que después le dio por comulgar (sí, en una iglesia).
Por su parte, Obama, cara a la galería, intenta mantener cierta distancia sobre el desarrollo de los hechos en países históricamente rivales, para (dice), no dar excusas a terceros y deslegitimar los movimientos de protesta, como en el caso de Irán o Libia. La Administración norteamericana no ha utilizado un lenguaje muy diferente al de Egipto.
Así pues me pregunto. ¿Qué valor tiene una ideología hoy en día?. Los lenguajes babelísticos van y vienen en medio de intereses que poco tienen que ver con la cooperación altruista que nos describen las teorías y los libros de texto, aunque lo hagan desde análisis específicos a su objeto de estudio.
En la practica, las relaciones internacionales o comerciales entre los pueblos y los distintos poderes hacen todo lo demás. ¿De qué sirve votar, me pregunto, si ellos-ellas poderosos, torres, alfiles o peones van a seguir en las mismas?. ¿O es que España, por poner un ejemplo, dejará de importar armas a gobiernos africanos en este caso, que se pasan por el aro los derechos humanos básicos?. Y si eso se extrapola a la interacción entre países con intereses comunes, con la dependencia del petróleo en las sociedades actuales... (¿?).. En fin, quizá quede un resquicio de esperanza en las nuevas tecnologías, desde las que algunas ONG y otras gentes se mojan lo que pueden y les dejan, que es poco, y gente de todas partes del mundo que denuncian el estado de cosas.
Marx sigue teniendo razón en cuanto a las infraestructuras, a veces distorsionadas por las superestructuras. Los recursos, allá donde estén, a sangre y fuego. El dinero (el capital), es el gran predador del mundo, tiene la sartén por el mango (del resto de estructuras sociales), y el mango también, como decía la canción.
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