La extinción de abejas en el mundo supondría la posible extinción humana (una mas a añadir...)



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«Cuando muera la última abeja, y tras cuatro años, podría desaparecer la especie humana». Einstein.


Las abejas desaparecen en todo el mundo desde hace décadas, en la última década el ritmo se ha acelerado de manera peligrosa. Es mucho más grave que el solo hecho de quedarse sin miel (que también sería muy triste). La mayoría de los alimentos que consumimos están relacionados con ecosistemas que ofrecen y producen servicios esenciales para la especie humana, animales y plantas, y en los que se incluye el hábitat de las abejas, dichos ecosistemas no podrían existir sin la polinización de estos maravillosos insectos.

 ¿Por qué se extinguen las abejas?. Hipótesis cuestionadas "relativamente"

Las abejas de miel mueren a cientos de miles en muchos países, y las colonias salvajes se están extinguiendo, principamente en los países desarrollados, las colmenas mueren y peligra igualmente la polinización de frutales por la desaparición de las abejas. Se apunta como una de las causas a los efectos del ácaro Varroa destructor, un parásito difundido por todo el mundo y al que querían, y en parte, aun en la actualidad quieren, hacer responsable casi único de una de las mayores crisis sanitarias de la apicultura. Cuando hay otras causas

La varroosis ha quebrado la apicultura mundial, según estas tesis, durante los últimos cuarenta años, y exige del apicultor una vigilancia constante; son parásitos que se alimentan de la hemolinfa de pupas y abejas adultas y minan el vigor y las defensas inmunitarias con infecciones víricas, alas deformes y otras secundarias o "desconocidas" que en poco más de un año causan la muerte de toda la colmena si no se controla la población del parásito

Baile y L. Bailey, investigadoras británicas especializadas en virus de abejas, en su libro Honey Bee Pests, explican los efectos de las infecciones del virus de la parálisis crónica: «(IAPV) y el protozoo Nosema, un patógeno intestinal. Pero ni siquiera los investigadores responsables de ese y otros estudios pueden decir a ciencia cierta que ese u otros patógenos sean los responsables últimos o únicos de la extinción de abejas. 
 
 Cuánto cuesta abrir los ojos 

Hacia finales de los años noventa empezó a hablarse en Francia de un problema de pérdida de abejas en los campos de girasol. En años anteriores, los apicultores solían tener las colonias pobladas y buenas cosechas de miel, pero comenzó un despoblamiento continuo que en poco tiempo hacía las colonias inviables por falta de abejas. Las abejas se perdían y desaparecían en los campos, un hecho que se repitió en los años posteriores. La investigación se dirigió esta vez hacia los efectos de un insecticida de uso relativamente reciente en los cultivos de girasol, el Imidacloprid, un derivado sintético de la nicotina muy tóxico para las abejas. Las colonias muy afectadas se colapsan de repente, normalmente hacia el final del verano, quedando unas pocas abejas sobre panales abandonados o desapareciendo por completo.  

La mortalidad creciente de abejas se producía sobre todo en invierno en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y otros países del norte de Europa. En España la mortalidad fue demoledora en el invierno de 2004 y 2005, en paralelo con una fuerte sequía millares de colonias murieron a partir de la estación otoñal, sobre todo en zonas de interior.

Pinturas rupestres en la Cueva de la Araña del municipio valenciano de Bicorp, con una antiguedad estimada en ocho mil años. Prueba de la estrecha relación de las abejas con el ser humano desde "siempre". 

El apicultor de Pennsylvania Dave Hackenberg en octubre de 2006 explicaba: “Vine a recoger 400 colonias y me encontré con que las abejas habían desaparecido. No había ejemplares muertos, tampoco había abejas en el suelo, tan sólo cajas vacías. En los casi 50 años que llevo como apicultor era la primera vez que veía algo así”.Hackenberg perdió casi 1.900 de sus 2.900 colmenas y tuvo que importar seis millones de abejas desde Australia. Las pérdidas para otros apicultores llegaron al 90% de sus colmenas. Las desapariciones se extendieron por 27 estados, y destruyeron cientos de miles de colonias, afectando por igual a las fijas y a las que se transportan para las labores de polinización. 

Algunos investigadores apuntan a un problema multifactorial, por otra parte se sigue echando la culpa casi en exclusiva a los efectos del parásito varrosis y otros directa o indirectamente. La mortalidad anual en las explotaciones apícolas, anterior a la aparición del parásito culpable citado oscilaba entre el 5 y el 10%, tras los efectos del parásito aumentaron hasta el 20%, y en los años 2006-2007 superaban el 40% en varios países europeos, actualmente ya llega hasta un 60% o mas, por ejemplo, en Mallorca, niveles no soportables por los apicultores.

  Los otros culpables a ciencia cierta

Los tratamientos acaricidas y otros productos tóxicos que usan los apicultores para limitar los daños de los parásitos parecen volverse contra ellos. Neonicotinoides, aplicado a frutales, maíz, girasol o colza usados en los entornos agrarios producen intoxicaciones muy graves en las colmenas, y parece obvio que ese plaguicida es uno de os responsables directos. El insecticida más vendido en el mundo, el Imidacloprid, fue el que inició la problemática en los campos de girasol franceses; análisis exhaustivos apuntan a dosis letales para las abejas en varias partes de las plantas, incluidos el néctar y el polen. 

La desorientación y pérdida del sentido y olfato podrían ser una de las causas de su desaparición, junto a cambios en su comportamiento, en cuanto a la limpieza en el seno de la colonia, lo que derivaría en mas problemas de infecciones fúngicas. Los neonicotinoides como el clothianidin y el tiametoxan también están tras las intoxicaciones de abejas muertas en la entrada de la colmena. Algunos de estos productos (no todos) han sido prohibidos en Francia, Alemana e Italia, en el Reino Unido se plantea su prohibición ante la grave crisis de la apicultura y la disminución de insectos polinizadores.


                                          fumigación con tóxicos Monsanto
  
 El valor de las abejas

La falta de biodiversidad del polen recogido por las abejas, el aumento de monocultivos agrarios, las transformaciones urbanizadoras de los terrenos, campos y territorios a escala global y los efectos del calentamiento global sobre las floraciones también son culpables directos e indirectos. Sus efectos son globales, al reducir de manera alarmante la oferta de polen y su variedad, y provocar déficit nutricionales graves que menguan el vigor de las abejas y su resistencia a las enfermedades. 

El descenso continuado del censo apícola en los años sesenta y setenta, coincide con las graves intoxicaciones de abejas, justo durante el nacimiento de los agroquímicos, y sube de grado en los años ochenta y noventa.


El 90% de las plantas silvestres dependen de la polinización

Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), la polinización realizada por las abejas de miel tiene un valor económico treinta o cuarenta veces superior al de los productos derivados de la apicultura. Por cada euro que las abejas producen en forma de miel, polen, cera y propóleo, revierten 20 en forma de polinización. Solo para Europa se estima que el valor anual de la polinización es de unos 22.000 millones de euros y unos 153.000 millones de euros a nivel mundial. En Europa el 84% de los 264 principales cultivos dependen de la polinización animal, principalmente de abejas, y es fundamental para los ecosistemas, ya que cerca del 90% de las plantas silvestres también dependen de la polinización, además de los beneficios sociales y medioambientales que las abejas aportan en zonas de flora natural, alrededor del 80% de la polinización del total de las plantas entomófilas. 


En entornos agrarios puede significar hasta el 95% del total de insectos polinizadores. Y no solo las abejas sufren de despoblación, también otros polinizadores, como abejorros, abejas solitarias y mariposas, que siguen desapareciendo en las dos últimas décadas. 

Plaguicidas Neurotóxicos y demás venenos ¿Hasta cuándo?

 La Red Para la Prohibición de los Plaguicidas Neurotóxicos se constituyó el pasado jueves 7 de febrero con el apoyo de distintas organizaciones, el objetivo es unir fuerzas para exigir la prohibición total de los plaguicidas peligrosos para las abejas y otros polinizadores en Europa: Apicultores Ecológicos Asociados, Asociación Española de Apicultores, Asociación Galega de Apicultura, Confederación en Defensa de la Abeja en la Cornisa Cantábrica, Ecologistas en Acción, Federación de Asociaciones de Apicultores de Cantabria, Greenpeace, SEO/Bird Life, S.O.S. Salvemos la Perdiz Roja y WWF. Cualquier organización puede sumarse a la Red. 

En España se encuentra la mayor cabaña apícola de la UE y es el principal productor de miel y polen de Europa. La Red insta al ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, a votar a favor de la propuesta de la Comisión Europea sobre la prohibición de productos tóxicos  y plaguicidas.

Sin embargo en Galicia
 
Los eucaliptos de Galicia están afectados por la plaga de un insecto llamado Gorgojo del Eucalipto. La Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel e Cartón, con la colaboración de la Asociación Forestal de Galicia, la autorización de la Xunta de Galicia y algunos ayuntamientos, han puesto en marcha un plan para fumigarlos masivamente con un tóxico insecticida cuya venta estará prohibida en toda la Unión Europea en menos de 4 meses.