Cerebro claro/oscuro; Primavera abstracta; Conocimiento y ciencia inexactos

  1.                                                                                                              Abstracción

 El cerebro contiene demasiadas vías y pasadizos donde cobijar algo de conocimiento. Cuando se subdivide así mismo (o mas bien lo subdividen desde el denso exterior), se pierde por sus rincones y enredados caminos, o se "regulariza" en un surco de los miles que quizá existen y podría atravesar, y se queda allí fijo, hasta su fin, aun pensando que se mueve. 

El cerebro (o un cerebro "x"), investiga o cree investigar sus obsesiones sin desterrar ninguna hipótesis, por eso le es tan difícil absorber un segundo de luz total aparente, pues en el momento en que la "atrapa" esa misma luz ya se ha fraccionado con el solo hecho de su contemplación. Porque a su contemplación sigue su "ubicación" o intromisión intelectual, religiosa o escéptica, interesada, superficial o profunda etc. Y comienza el lenguaje interno a tomar posiciones desde su "específico" o circunstancial acomodo. 

Pero incluso esa posición que toma o percibe como real puede surtir de un cierto "engaño" de su otro "cerebro dos", como postula una parte de la neurociencia. Y otra parte de la filosofía científica racionalista cuestiona y refuta esas investigaciones, al afirmar que es lógicamente imposible demostrar experimentalmente semejante tesis.

El cerebro es una maquinaria fabulosa, compuesta por aproximadamente 90 mil millones de neuronas, entretejidas entre si a través de más de 10.000 conexiones sinápticas cada una. Más allá de este hecho, a nivel básico el cerebro está hecho de lo mismo que todo lo demás: átomos.

                                                   cerebro y neuronas, menos de las que se creía


La ecuación de Einstein E = MC2 significa dos cosas: 1. La materia equivale a la energía y puede ser transformada en energía, y recíprocamente; 2.  Una muy pequeña masa de materia encierra una inmensa energía. La bomba atómica es una aplicación de esta energía. Rompiendo la cohesión del núcleo de un átomo se libera una energía colosal, la paradoja es que reside a nivel de lo infinitamente pequeño.

¿Cuánta energía entonces estará contenida en los miles de millones de átomos que constituyen nuestro cuerpo...?.

Está claro que, gracias al esfuerzo y estudio de siglos pasados y décadas de trabajo e investigación constantes de la ciencia y ruptura de ideas pre-concebidas, sobre todo a partir del siglo XVII, incluso mucho antes, la humanidad ha dado pasos de gigante en múltiples áreas benéficas: salud, higiene, alimentación... y por supuesto a todos los demás niveles de conocimientos matemáticos y tecnológicos; un ejemplo ilustrativo reciente en el tiempo son las innovaciones producidas a raíz de la investigación espacial. Artilugios de uso frecuente tienen su origen en la Carrera Espacial.

 
La mirada que mira a la ciencia y la otra mirada

La mirada de la ciencia al objeto de su estudio propone, busca fuentes, escarba, aísla, estudia y mide los elementos de "x" objeto, integra o reduce, relaciona sus múltiples variables, desnuda su interior y exterior físico, enumera, compara, verifica o refuta, y hace sus deducciones lógicas y objetivas, explica y da respuestas. La objetividad nunca es total, no lo puede ser, al partir de hipótesis pre-elaboradas hacia la respuesta que se busca, pero suele ser una respuesta rigurosa sometida y expuesta in eternum (en teoría), a la ecuación prueba-error, y aplicada para que de sus frutos. 

No es así para otros conocimientos, que no dejan por ello de ser conocimientos. Existen, además, puntos de vista científicos menos ortodoxos, o no oficiales que también indagan en los datos del objeto de estudio "x" por otras vías e intentan dar respuestas alternativas, siempre sospechosas para un cierto "integrismo científico"

Un mismo objeto de estudio, además, no se percibiría igual por alguien sumido, por ejemplo, en una obra pictórica, un artista entregado-a. Al objeto en cuestión le arrancaría sus mas temibles o fantásticos motivos internos, sus movimientos y colores, su neurosis. Una esencia palpitante sin estructura lógica o terminología apropiada, a años luz de la visión del científico. 

                                                                                     picassomio.es/oleg


Y si ese mismo objeto fuera focalizado o estudiado, y no solo asumido, mas que eso, interiorizado hasta ser uno con ello, pura concentración yogui tipo Patanjali, poco tendría que ver su realidad perceptora ni con lo científico ni con lo artístico, trascendente o fenomenológico ( chamanes u otras "técnicas"). Claro que la ciencia positiva ortodoxa podría pretender, en su ego-sabiduría, hacer psicoanalizar tanto al artista, al yogui o al chamán para también catalogarlos y ponerles un cuño. De hecho lo hace, a veces para bien, otras para nada o para peor.


Mayor flexibilidad (y no siempre), se encuentra en las ciencias sociales, como la antropología o la filosofía de la ciencia, a pesar de las controversias entre el mismo mundo científico en la aplicación e interpretación de disciplinas que asumen todas el método científico (la psicología, por ejemplo), y que mantienen discrepancias, fuertes dialécticas y desencuentros, así como encuentros, en las distintas líneas de investigación que recorren. Pasa (y pasó en el último siglo) también con las ciencias naturales, con la física y sus estrechos parámetros, con la obsesión de la medición, la experimentación en laboratorio y la observación directa para describir la realidad, o con las distintas interpretaciones sobre la evolución del homo sapiens o de sus símbolos. 
Las no respuestas de la ciencia

Un caso curioso y estudiado por la arqueología (entre otros + o - desconocidos o divulgados) es el de los Wondjna de Australia. Figuras rupestres descubiertas en el año 1.838 en Kimberley, al noroeste de Australia. Su fecha de datación se descubrió en 1.996, son figuras sin boca de rostros blancos que llegan a medir hasta seis metros, dibujadas sobre rocas . Los aborígenes dan a estas figuras el nombre de “wandjinas”, y aseguran que no fueron realizadas por sus antepasados, sino hechas por los propios seres a los que representan cuando éstos descendieron a la Tierra en tiempos muy antiguos. No es el único misterio que se resiste a la ciencia... 



La peor de las contribuciones, sin embargo, de la ciencia sigue siendo a la tecnología armamentística que facilita guerras y destrucción; o el sadismo de la ciencia vivisectora con los cientos de miles de especies animales robadas a las selvas para ser troceadas en laboratorios sin ninguna ética, la prestación de sus servicios a las grandes empresas multinacionales y lobbys farmacéuticos, o sus tóxicos venenos aportados a la agricultura, que riega con químicos la naturaleza de tantas partes del globo terráqueo hoy y desaloja de la vida a millones de personas en el mundo. 

Puesto sobre una balanza ¿hacia qué lado se inclinaría?. Intereses transnacionales e informes sesgados, en  otras áreas de investigación, la dejan en un pésimo lugar. Es la ciencia al servicio del poder en casi todos los campos del saber, y del camino a seguir, marcado y asumido por una inmensa mayoría, mas o menos amaestrada o resignada, desinformada e indiferente. Eso no resta otros innumerables logros, positivos para el ser humano, igualmente, en inmensidad de áreas que le hacen mas fácil la vida.