¿ Hace todo lo que puede?
El plan de expansión del ya existente proyecto gasístico de Camisea, en el sureste de la Amazonia peruana, ubicado dentro de la Reserva Kugapakori Nahua-Nanti para tribus no contactadas, ha sido condenado por distintas organizaciones y ONG de todo el mundo. En marzo pasado la ONU pidió su “inmediata suspensión”, recordando el Decreto Supremo que promulgó el gobierno, y que prohibía cualquier ampliación del mismo, lo que fue condición, apuntan, para recibir un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (Bid). Los indígenas nahuas ya fueron diezmados como consecuencia de la exploración inicial en el área, lo que llevó a la muerte a la mitad de esta etnia tras las primeras prospecciones petroleras en la década de los 80. La continuación de los planes de expansión del proyecto Camisea penetraría aún más en la selva que habitan. Su situación sería insostenible. Denuncia de Survival.
En una carta dirigida al Ministerio de Cultura el pasado mes, los nahuas rechazaron los planes de expansión: "Hemos decidido no permitir que la empresa petrolera Pluspetrol lleve a cabo su trabajo en nuestro territorio” debido a sus “reiteradas promesas incumplidas”.
Camisea es dirigido por un consorcio de compañías lideradas por la argentina Pluspetrol, la española Repsol y la estadounidense Hunt Oil. Los planes de expansión incluyen la detonación de miles de cargas explosivas y la perforación de más de veinte pozos.
El Ministerio de Cultura de Perú, responsable oficial de la protección de los derechos de los pueblos indígenas, emitió un informe reciente con ochenta y tres “observaciones” que detallan los peligros que la continuación del proyecto implicaría para todo el hábitat de la zona y las vidas de los indígenas no contactados y/o aislados voluntariamente. Pero el informe desapareció (fue censurado) horas antes de ser publicado en internet, lo que fue denunciado por organizaciones indígenas y algunos medios de comunicación peruanos como una táctica del Gobierno para impulsar los planes gasísticos de extracción.
El Ministro y viceministro de Cultura “podían” rechazar los planes de expansión del proyecto gasístico en el interior de la reserva de las tribus, pero optaron por dimitir, se supone que por presiones del Gobierno por su oposición al proyecto; no obstante su dimisión deja el paso libre al gabinete Humala y a sus millonarios amigos transnacionales y derivados para seguir adelante.
El Ministro y viceministro de Cultura “podían” rechazar los planes de expansión del proyecto gasístico en el interior de la reserva de las tribus, pero optaron por dimitir, se supone que por presiones del Gobierno por su oposición al proyecto; no obstante su dimisión deja el paso libre al gabinete Humala y a sus millonarios amigos transnacionales y derivados para seguir adelante.
La "mutación" de Humala
Humala, otrora de izquierdas y defensor de los derechos humanos, incluidos los derechos indígenas, muchos de los cuales le votaron, así como campesinos pobres y mineros artesanales, están hoy deshauciados; alrededor de ochenta mil mineros dueños de labor (pequeña minería peruana) acusan de judas a Humala y de venderse a las transnacionales, verdaderas destructoras, según éstos, de los hábitats, y se defienden de las acusaciones de ilegalidad contra ellos.
Su tragedia comenzó, afirman, cuando el nuevo Congreso dio facultades a Humala, al que apodan "el aprendiz de tirano", para legislar sobre minería ilegal, el cual, a su vez, pasó la pelota al ministro de Energía y Minas, Merino, y al ministro de Ambiente, Manuel Pulgar Vidal. Merino, ya anteriormente “regaló” los cerros de los peruanos a las transnacionales de la minería, y Manuel Pulgar Vidal, pretende hacer lo mismo con los bosques peruanos con las transnacionales del carbono. Humala, firmó distintos decretos legislativos con el argumento de "formalizar" la minería artesanal calificada de ilegal.
No obstante, también la minería ilegal no controlada ha contribuido a la contaminación y destrucción de partes de la selva peruana, como en Madre de Dios.
No obstante, también la minería ilegal no controlada ha contribuido a la contaminación y destrucción de partes de la selva peruana, como en Madre de Dios.
No obstante, Ollanta se inclina por el “progreso”, ese que mata a la tierra y su diversidad incomparable y a quienes allí habitan: indígenas, flora y animales de toda especie. Él que tanto criticó a los dos anteriores presidentes (con sobrada razón y argumentos), se pliega ante las fauces de los grandes predadores “humanos” de siempre. Ha escogido servir a “un solo señor”, o a dos: dinero y poder. Su ego crece exponencialmente, a la vez que su corazón se empequeñece y su mente olvida.
La antropóloga peruana Beatriz Huertas investiga desde hace años los graves efectos ocasionados por la explotación de hidrocarburos en la zona, y señala que los beneficiarios del cuestionado proyecto son, además de las empresas transnacionales, algunos funcionarios corruptos. "Hemos visto varios casos en que, una vez concluida su gestión, ex altos funcionarios pasan a ser importantes representantes de empresas petroleras. Contrariamente, los pueblos que habitan las zonas cuestionadas están expuestos a distintos impactos negativos: proliferación de enfermedades por la contaminación de bosques, aire, ríos y suelo, así como problemas derivados de la división fomentada por las empresas petroleras y el gobierno de Humala para lograr que la población respalde sus operaciones".