Los CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros), son prisiones camufladas para extranjeros/as “indocumentados/as” o sin papeles, trabajadores ilegales, o con faltas administrativas de algún tipo. Estas personas se encuentran “retenidas” de manera preventiva pero no “detenidas” (en teoría), por causas relativas a la falta de documentación necesaria para permanecer en España, por delitos cometidos dentro o fuera de España, actividades sospechosas, ejercicio de la mendicidad y relacionados. El ingreso en un CIE está condicionado a la tramitación y resolución de expediente para la devolución de la persona al país de origen, o a la frontera (expulsión), no en todos los casos.
En estos centros sin garantías jurídicas reales y con todo tipo de deficiencias (sanitarias e higiénicas, personales, tratos humillantes, falta de información de sus posibles derechos, no acceso a móviles etc.) se hallan, en ocasiones, junto a los/as “sin papeles” personas que han cometido delitos. Un ejemplo es el último “preso” que se ha suicidado en uno de estos centros. Acusado de robo con violencia y delitos relacionados con el tráfico de drogas, fue aislado en una celda por, según los guardias, violento, algo que contradice las declaraciones de otros compañeros. advirtiendo que se suicidaría si era expulsado (se le comunicó que iba a serlo), a su país de origen. Y eso hizo, (o dicen que hizo) con los cordones de sus zapatos atados a una viga, y tras pedir a gritos ayuda y ser ignorado.
Esto quizá no hubiera ocurrido en una cárcel “normal”, puesto que a ningún interno le es permitido, por ejemplo como en este caso, tener a mano algún objeto que pueda estimarse como potencialmente peligroso para su integridad física (aunque igualmente hayan suicidios en prisiones). Y eso lo sabe la policía.
En España hay ocho Centros, un noveno en Málaga fue cerrado recientemente. Las distintas tropelías allí vividas por retenidos y retenidas fueron muchas.
Falta de transparencia
La Asociación AEDIDH para los derechos humanos presentó ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial del Alto Comisionado de la ONU sobre Derechos Humanos, un informe en el que denuncia la "falta de transparencia" del Gobierno de España en materia de estos Centros, un trabajo, elaborado por los abogados Cristina de la Serna y Carlos Villán Durán, donde se hace eco de la falta de publicidad oficial sobre el nº de personas afectadas, los trámites legales que se pasan por alto (para indefensión de los retenidos), o el incumplimiento de la Convención de Ginebra para los refugiados suscrita por España.
Así mismo, La Red Euro-Africana Migreurop formada por 38 asociaciones de 13 países, denuncia el encierro de miles de extranjeros calificados de ilegales y la multiplicación de estos centros en Europa.
Así mismo, La Red Euro-Africana Migreurop formada por 38 asociaciones de 13 países, denuncia el encierro de miles de extranjeros calificados de ilegales y la multiplicación de estos centros en Europa.
Racismo encubierto
En 2011, el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial, tras analizar algunos informes presentados por Amnistía Internacional, SOS Racismo, Secretariado Gitano y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), instó a España a "tomar medidas efectivas para erradicar la práctica de controles de identificación basados en perfiles étnicos y raciales" que, "en la práctica, se traducían en detenciones indiscriminadas".
Ante las denuncias de distintas asociaciones de inmigrantes, el viceconsejero de Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid, pidió al ministro del Interior, entonces el Sr. Rubalcaba, acabar con las redadas indiscriminadas para identificar extranjeros que se realizaban en distintos puntos de Madrid, como en las salidas de los metros, algo negado en un principio por la policía y el ministerio de Interior.
La realidad era que durante el año 2010, mediante instrucciones internas a las comisarías madrileñas se recogían 'cupos' de detenciones de inmigrantes. La policía tenía vía libre para cachearlos, pararlos y detenerlos solo por su aspecto físico o etnia, sin ser sospechosos de ningún delito.
Actualmente, y en no pocos casos, racismo, muerte y policía van juntos, como en Marruecos; qué gran cooperación la suya con España y Europa. Por otra parte, se llora internacionalmente al antiracista que fue Nelson Mandela, empezando por las autoridades marroquíes !vaya montón de hipócritas mundiales!. Dice Marruecos que Mandela estaba a favor de la integración del territorio saharaui a la monarquía alauita. No tengo la documentación precisa para afirmar o negar esas declaraciones, es cierto que Mandela (quizá de tan tolerante con todos) no estuviera informado de la represión marroquí en el Sahara, pero me extraña, porque sí lo estaba de le ejercida por Israel contra el pueblo palestino, y al respecto escribió ésto.
En Grecia es, según parece, peor que aquí, pero el racismo se extiende en toda Europa.