lirio de invierno
Querida Mony.
Dos años, y los escudos y defensas sociales, como personales, van quedando a lo largo del camino con corazón. Hasta ayer, hasta hoy. Tu imagen siempre.
Hay momentos en que el vacío se enreda en la telaraña, nunca desentrañada, en el alma intangible. Hoy ha apretado su puño de dolor invisible en el pecho, en el vientre. Prisionera del tiempo.
El corazón clama a lo imposible, grita al Universo desde un punto inexpugnable en la lejanía. Y a veces el Universo responde. Hoy susurró a una flor, y ésta se convirtió en mariposa. Y su espíritu voló dulcemente, como había vivido. Voló a la Isla del Ensueño.
Palabras de débito, que se traducen en respuestas de silencio y profundo deseo de paz.