Multinacionales occidentales implicadas en el subdesarrollo y muerte del resto del Planeta
¿Hay algún producto en nuestro actual Occidente consumista, supuestamente democrático, que se pueda seguir comprando sin participar, directa o indirectamente, en la violación de los derechos humanos o la destrucción del medio ambiente? . Al parecer pocos.
Esto es solo un extracto resumido y personal del libro negro de las marcas, más alguna información añadida. Leerlo entero puede producir cáncer de conciencia.
El libro negro de las marcas: el lado oscuro de las empresas globales, de los coautores Klaus Werner y Hans Weiss, fue publicado en 2003. Estos investigadores éticos denuncian, con nombres y apellidos, las relaciones globales de explotación de distintas empresas y multinacionales occidentales y sus diversas e inhumanas formas en la búsqueda de beneficios, en áreas productivas relacionadas con la industria farmacéutica, alimentación, combustibles, indumentaria, aparatos electrónicos, bancos y grandes industrias. ¿Se podría afirmar, por ejemplo, que? “Nestlé mata a los bebés”; "McDonald's destruye la selva tropical!"; el calzado deportivo se fabrica con mano de obra infantil en condiciones infrahumanas. O ¿Cuál ha sido la contribución de la multinacional farmacéutica alemana Bayer en una guerra que ya se ha cobrado más de 2,5 millones de vidas en el corazón de África?. Sí, esa gran productora de cientos de medicamentos para personas y animales que se venden en todas las farmacias occidentales y nos recetan médicos y veterinarios.
Klaus Werner se transformó en un traficante "virtual" de materias primas a fin de averiguarlo, y viajó a zonas del conflicto africano sumidas en la miseria, en parte por la codicia de las compañías occidentales, comprobando el desprecio por los derechos más elementales que se producen en el Comercio Internacional, en el que están involucrados tanto transnacionales como gobiernos corruptos y guerrillas autóctonas de distintos bandos.
Hans Weiss, experto en medicamentos, “se convirtió” en manager de la industria farmacéutica, para poder denunciar las anomalías y manipulaciones habituales y antiéticas de las multinacionales y la complicidad de los médicos involucrados. Directores de diversas clínicas de Budapest, le dieron la aprobación, vía email, para someter a sus pacientes a ensayos clínicos prohibidos (a cambio de dinero). En su investigación también explica por qué las compañías farmacéuticas internacionales testean nuevos medicamentos de manera creciente en Europa Oriental y países del denominado Tercer Mundo. En dos países: Hungría y el Congo, estos dos investigadores lograron descubrir cómo se benefician de las violaciones a los derechos humanos multinacionales y empresas muy conocidas. Marcas que dominan gran parte del mercado, principalmente de Alemania, Austria y Suiza, también en otros países europeos. Sus delitos son tantos como los productos que comercializan.
Son numerosas las industrias alemanas que operan en el sector químico y farmacéutico, una de las mas conocidas es Bayer; que expone a los pacientes a ensayos clínicos peligrosos, a sabiendas de los graves daños de salud que pueden provocarles, sin información previa o confusa. Pone en circulación sustancias tóxicas, tras probarlas también en animales, lo que según estos investigadores afecta (sentimentalmente) más a los occidentales que en los realizados a las personas, un punto problemático éste. Tales empresas Intentan que no salgan al mercado medicamentos baratos (contra el sida y otras enfermedades) en los países más pobres del mundo; y ha financido el comercio de materias primas dentro de un Congo azotado por la guerra civil.
Involucradas en la muerte (de “los otros”)
La multinacional de estaciones de servicio Total Fina Elf, desarrolla su actividad extractiva en lugares donde existe violación sistemática de derechos humanos: Myanmar, Sudán, Angola o Nigeria. La empresa de hamburguesas McDonald's, además de las graves consecuencias que ocasiona su consumo industrial de carnes para las selvas y el medio ambiente, atrae a los niños europeos hacia sus restaurantes con juguetes fabricados mediante la explotación de niños chinos. El cocinero Jaime Olivier se querelló contra Mac Donals por el uso de lejía en sus productos cárnicos, entre otras lindezas, y ganó la querella.
Las dos caras del truco publicitario del compromiso social corporativo
La compañía petrolera Shell ha financiado proyectos sociales en el delta del Níger (África occidental), destinando cerca de 60 millones de euros anuales a escuelas e instituciones sanitarias en la empobrecida región del sur de Nigeria. Por otra parte, en Europa y Japón, Shell se cuenta entre los mayores promotores de la energía solar con la construcción de equipos generadores. Uno de sus folletos publicitarios reza: "Estamos convencidos de que solamente pueden ser exitosas aquellas empresas que persiguen tres objetivos: competitividad, responsabilidad social y orientación ecológica". Incluso Arwind Ganesan, de la Organización de Derechos Humanos (Human Rights Watch), declaraba que los informes ambientales y de derechos humanos publicados por la compañía son hasta un modelo para otras firmas (¡pues como serán las otras Sr. Arwind!).
Sin embargo, los pueblos de Nigeria no opinan igual. Shell ha sido, y sigue siendo, responsable de la destrucción del sustento vital de miles de familias, tanto en la agricultura como en la pesca, las cuales continúan sufriendo intimidaciones aún hoy. Y la empresa sigue negándose a pagar a las víctimas, principalmente del pueblo Ogoni. Ya en el año 1992, los daños ambientales provocados por la extracción de petróleo y la contaminación ambiental se contabilizaban en 4.000 millones dedólares, si a ello se suma los 350.000 millones de dólares de beneficios de la empresa, la percepción de los 60 millones donados son poco menos que una limosna, en comparación al daño, también en vidas humanas, que provocó, y en décadas anteriores a la supuesta democracia actual, ayudando al ejército de la dictadura en la represión y muerte de cientos de Ogonis.
"Nigeria protests prompt development moves", Financial Times, 22.2.2001; importe en dólares estadounidenses: 53 millones. Debido a las fuertes oscilaciones en el tipo de cambio, en este libro
se ha utilizado de manera uniforme la paridad promedio del año 2000 (0,92 dólar por euro).
Esa caridad ¿quizá cristiana? más actual es un gasto eficaz, dentro del presupuesto de publicidad de la petrolera; y tal acción es reconocida en los medios internacionales como ejemplo de responsabilidad empresarial. Cara dura y cinismo no les faltan.
Esa caridad ¿quizá cristiana? más actual es un gasto eficaz, dentro del presupuesto de publicidad de la petrolera; y tal acción es reconocida en los medios internacionales como ejemplo de responsabilidad empresarial. Cara dura y cinismo no les faltan.
¿Conciencias corrompidas?
En octubre de 2000, 120 directivos de Siemens se involucraron, previa publicidad de sus corrompidas conciencias y de manera voluntaria, en la construcción de un campo de veraneo para niños huérfanos de Alemania y la República Checa; construyeron seis cabañas de madera, una cabaña sanitaria y una de depósito, dos galerías techadas, dos trepadoras y una cancha de beach voley y acarrearon durante la obra 13 toneladas de madera, 50 metros cúbicos de arena y media tonelada de hormigón: "Ahora 24 niños y asistentes sociales pueden pasar allí sus vacaciones”. Esa es la imagen que quiere vender Siemens; pero hay otra. Su espíritu de equipo se muestra también en las numerosas participaciones en otros proyectos de la multinacional con sede en Munich, y en la construcción de gigantescas represas en países del Tercer Mundo para su explotación , las consecuencias son millones de personas obligadas a desplazarse de sus lugares de origen y sus modos sencillos de vida mediante el uso de la fuerza, además Siemens sigue siendo líder en la construcción de centrales nucleares.
¿ Minas terrestres por compromiso social ?
El "altísimo" directivo de Mercedes, Jürgen Schremp, afirmó su compromiso de responsabilidad social en la empresa, pero no dijo si la fabricación de armas también formaba parte de tal responsabilidad. Una filial de la corporación automotriz, Daimler Chrysler, resulta que desarrolla armas nucleares. Y produce (o producía) minas terrestres antipersonas, prohibidas debido a sus atroces consecuencias. Para promocionar la "mina antitanque" PARM 2, la filial Deutsche Aerospace recurrió a las revistas especializadas del ramo, utilizando eslóganes tales como "moderna y efectiva", y oficiales de las Fuerzas Armadas alabaron las bondades de la PARM: "Las minas modernas tienen un efecto demoledor. Pueden combatir al enemigo aun detrás de una defensa y en espacios muertos.". Sólo tras las protestas masivas encabezadas por la asociación Accionistas Críticos, Schrempp anunció a fines de 1998 que se suspendería la producción de minas PARM. No obstante, y hasta no hace mucho, algunos de estos productos se seguían fabricando en la "Mine Flach" (MIFF) y la "Mine-Multi-Splitter-Passiv" (MUSPA), según información de Accionistas Críticos. Algunos países como Italia o España (en teoría), ambos integrantes de la OTAN, desecharon este tipo de minas y
destruyeron las existencias ¿O no?
Nike, la ladrona
A mediados de la década del 90, medios estadounidenses filmaron a niños paquistaníes cosiendo el logo de Nike (la "pipa") en balones de fútbol, firma norteamericana de indumentaria deportiva. La ola de indignación que siguió fue sonada, a raíz de las condiciones laborales de semi eslavitud en que trabajaban niños, niñas y jóvenes en los sweatshops (factorías situadas en Asia y América Latina donde se confeccionan los productos de esta multinacional). Otros informes se tradujeron en una seria amenaza para la imagen de la empresa. El eslogan de Nike "Just Do It!" (Simplemente hazlo) fue reformulado para convertirse en "Just Boycott It" (Simplemente boicotéala). En1997 se produjo en Nueva York una gran contrariedad para las relaciones públicas de la marca. El asistente Social Mike Gitelson, quien tenía a su cargo a jóvenes del Bronx, le expresó a la periodista canadiense Naomi Klein que estaba "harto de ver correr por ahí a los muchachitos con zapatillas que ni ellos ni sus padres pueden darse el lujo de comprar".
Gitelson les dijo que los trabajadores de Indonesia ganaban solamente 2 dólares por día y a Nike le costaba solo 5 dólares fabricar ese calzado, por el que ellos pagaban entre 100 y 180 dólares. Les contó además que Nike no fabrica ni una sola zapatilla en EE.UU. Y ese era uno de los motivos por los cuales a sus padres les resultaba tan difícil encontrar trabajo. Muchos jóvenes enviaron cartas al director de Nike, Phil Knight, solicitándo que les devolviera el dinero. La empresa respondió con cartas estándar que no decían nada. Se organizó una manifestación", y alrededor de, doscientos niños de entre once y trece años se dirigieron hacia "Nike Town", una especie de supermercado vivencial que la empresa posee en Nueva York, a gritos, los niños (en su mayoría negros y latinoamericanos), arrojaron a los pies del personal de seguridad bolsas de residuos llenas de viejas zapatillas, bajo la mirada de los medios de comunicación y rodeados de cámaras. Un chico de trece años de edad oriundo del Bronx, miró directamente a la cámara de una importante cadena televisiva y dirigió un mensaje a la empresa: “nosotros te hicimos y también podemos aniquilarte."
Adolescentes del Bronx lograron (en parte) lo que no habían podido cientos de organizaciones de derechos humanos. Nik emprendió una ofensiva, reconociendo muchas de las imputaciones, y juró que implementaría mejoras, que en algunos lugares se realizaron, y muchas de sus factorías recibieron dispositivos de seguridad (como matafuegos y salidas de emergencia), los lugares de trabajo se mejoraron y se realizaron controles más estrictos contra el trabajo infantil. Lo central del problema, no obstante, ha cambiado poco, ni Nike ni otras multinacionales que fabrican sus productos en los países más pobres están dispuestas a pagar salarios adecuados o seguridad efectiva (por ese motivo se fueron a estos países y continuan allí). En las tibias democracias europeas. Nike vende su imagen de vez en cuando desarrollando actividades públicas en puntos conflictivos de los barrios de Kreuzberg, Friedrichshain, Lichtenberg y Neukolln , organiza partidos de fútbol, voley y básquet para niños, jóvenes inmigrantes y alemanes, que patrocina una agencia profesional de relaciones públicas, la Sociedad agens 27 para el Arte, los Medios y la Comunicación.
Ikea, la de moda
Ikea la fábrica de muebles sueca, también señala en su catálogo que "el trabajo infantil es una parte inaceptable de la realidad actual”. Ikea también recibió fuertes críticas por la explotación infantil registrada en sus empresas proveedoras, pero se defiende alegando que trabaja en forma conjunta con UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) para prevenir el trabajo infantil. Consultado al respecto, Dietrich Garlichs, director de UNICEF Alemania, explica: "Sí, Ikea financia proyectos de UNICEF, pero eso no significa que ya no haya más niños trabajando en la fabricación de productos Ikea.", eso es difícil de controlar. Urban Jonsson, director regional de UNICEF para el Este y el Sur de África, se muestra “reticente", y no quiere que la empresa se engalane con el nombre de ese organismo de la ONU.
En el Tercer Mundo, Adidas, Chicco, Aldi supermercados y otras firmas, obtienen buena parte de sus productos en países de mano de obra barata. Desde una perspectiva positiva, podría significar que las corporaciones generan millones de puestos de trabajo, creando así bases para el desarrollo y bienestar de esas regiones. La realidad es otra, puesto que, en general, la pagas a los trabajadores de las fábricas y plantaciones se asemeja al salario mínimo del país en cuestión, o es incluso menor. A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los países occidentales, aunque cada vez menos con las políticas impositivas neoliberales, ese salario mínimo no refleja lo que una persona necesita para vivir, alimentar a su familia, educar a sus hijos y garantizar una jubilación. Y en numerosos países, el ingreso se define básicamente en función del gasto público que autorizan el Fondo Monetario y el Banco Mundial. Ambos granujas B, a los que sirven los medio ladrones X y servidores todos de los ladronazos A.