Venta de armas occidentales a países en conflicto

El fracaso del homo sapiens 

Los hechos más viles, crueles y sangrientos de los poderes (internos y externos) que nos gobiernan, hechos que conducen a la muerte de millones de seres humanos, "parecen" externos a nuestras vidas y a nuestros ojos, como sus consecuencias infames más allá de nuestros ojos, esos que a veces cerramos por no querer saber de cuestiones problemáticas desde distintas fuentes para poder opinar con cierta independencia, al margen (que nunca es del todo) de los altavoces sociales u oficiales y sus muchos medios come cocos que nos persiguen y rodean por todas partes. 

Todo eso nos dice que, en parte, somos "cómplices" subordinados de esos hechos constatados y de esos seres de poder despreciables, y que también, en parte, somos "manada" pese a nosotros mismos, viviendo una realidad mejor o peor, luchando contra ella o aceptándola y que, sin embargo, nos viene dada.


Obedecemos a un estatus quo predeterminado, cual seres pasivos, quizá por vagancia, indiferencia o impotencia. Ojos cerrados individuales; un gran "capital social" (término actual contextualizado) que de poco sirve para frenar el caos "más allá de nuestros ojos". El poder o poderes aquí y allá, las leyes impuestas por ellos, por ejemplo al comercio mundial, los saqueos de recursos naturales por trasnacionales en países con bosques vírgenes y gobiernos corruptos (que hacen negocio con los nuestros democráticos), como el negocio de las armas que incitan guerras, sea para acceder al petróleo, al coltán o a lo que sea. 

Mercado de valores y avaricia, falsas necesidades y consumo extremo en unos lados, pobreza extrema en otros. Necesidades básicas humanas vitales (comer, vestir, acceder a medicinas etc. tan difícil en muchas geografías). Son, en realidad, negocios que cotizan en bolsa. Producción en masa de valores contables "protestados" pero aceptados, de grado o por fuerza.


Consiguen confundirnos con la inmensa e interesada telaraña de palabrerías, conceptos vacíos e hipócritas, hipótesis planificadas de antemano, cuasi unilaterales. Pasa en todos los gobiernos del mundo, en algunos más, en otros menos, en otros no existe país concreto a quien dirigir palabrerías, sino un Bebel de sangre entre intereses cruzados de facciones rivales, como el lento genocidio de la población civil en Siria que permiten los poderes que nos gobiernan y sus respectivos aliados. 


Unos masacrarán más en Siria; otros en Libia. Otros en el Congo, Sudán del Sur o del Norte, en Indonesia o Iraq; con varias mezclas, a ver quien rapiña más: Turquía quiere arrebatar su pedazo a los Kurdos de Siria; Arabia Saudí, cuna de financiación de terroristas bombardea a civiles en Yemen con armas que vende España o cualquier otro aliado de Occidente, y paga con petróleo e invierte millones de dólares en en armas, dinero que que se embolsa USA. Gran Bretaña cómplice; Europa cómplice, Israel cómplice, Rusia cómplice, Irán cómplice ¿Y en Corea ? (Norte y Sur), y países no citados (demasiados). 

Dependencia del poder o poderes con más fuerza disuasiva o que mejor juegue sus cartas o en qué coyuntura. Y después reparto de "ganancias". Cientos de miles de muertos y heridos civiles en Siria en diversas zonas del país, cientos de miles cercados y abandonados que controlan distintos grupos armados; pero eso importa menos. Destrucción de hospitales, escuelas, hambre, enfermedades, violaciones, prisión, torturas, ejecuciones... ISIS con distintos nombres; poderes con parecida palabrería: Democracia; Alá es grande; defensa del Estado legítimo. Es el gran fracaso del homo "sapiens".


¿Quien posee más misiles o tecnología punta para destruir el Planeta un millón de veces? ¿Quien es más macho? ¿Cómo ayuda la ciencia?. Cabe preguntarse quién empezó primero y por qué, quién exploró, invadió primero y por que´ y cuáles han sido las consecuencias. La cadena es larga, deberíamos retrotraernos a edades pasadas, cambiantes por la fuerza de la evolución y la historia (tan manipulada). Un continuo del pasado que se reencarna en la burocracia de los estados del presente; un continuo henchido aún de privilegios, fuerza, necesidades e imposiciones. Un fracaso humano ayer y hoy.